Los menús infantiles a debate

18.11.2015 15:40

Cuando la familia sale a comer fuera, a un restaurante que no es un fast food, si va con niños pequeños y en la carta le ofrecen un menú infantil, el padre da un salto de alegría y la madre respira aliviada, mientras que los pequeños hacen la ola porque eso significa que les van a servir de comer algo comestible. ¿En qué consisten los menús infantiles? Pues básicamente hay patatas fritas casi siempre, acompañadas de croquetas o pechuga empanada, a veces hay macarrones con tomate, o arroz con pollo y de postre, algo dulce, muy dulce, como tarta o helado. En general, las raciones son reducidas, de acuerdo al tamaño del comensal y se les sirve primero de acuerdo a la paciencia del comensal. Como a los piratillas lo que realmente les interesa es el postre, engullen el plato, mientras preguntan una y otra vez donde está el helado o lo que sea, porque hasta que no lo ven no se creen la inmensa suerte que tienen. Así, si está todo bien organizado, ellos acaban de comer y se pringan de chocolate cuando los padres empiezan a comer, y se ponen a hacer cosas molestas cuando llegan a los postres, de forma que están deseando pagar y marcharse dejando la mesa libre para los próximos clientes.

Esto es así, y se acepta con normalidad, ¿o no?, ahora se empiezan a oir voces en la red, de los defensores de la comida ultra-sana, padres veganos, o que se acercan a la ortorexia, que denuncian estos menús por ser hipercalóricos, tener exceso de carbohidratos, estar fritos y no llevar fruta o verdura. Alegan que los niños no aprenden a comer sano y que lo ideal es que coman lo mismo que los adultos en platos compartidos.

A ver, yo en mi tripulación tengo cuatro piratillas a cada cual con su manera de comer y hemos viajado mucho por ahí y por ello puedo afirmar que los experimentos en los restaurantes  hasta cierta edad no son aconsejables. Cuando se sale fuera es mejor ir a lo seguro y poner la ensalada y las lentejas en casa. Una piratilla de mi tripulación estuvo tres días de viaje alimentandose de patatas fritas y no tiene ningún problema de salud, y sus habitos alimenticios son muy saludables. Las patatas fritas en sí no son tan malas  y es mejor que tener a los niños escupiendo la comida o lloriqueando en un restaurante porque has pedido una sopa catellana que para ellos está asquerosa, no se la comen y la tienes que pagar. Cuando los piratillas aprenden a probar sabores nuevos sin escupir y sin armar escándalo, entonces pueden comer en un restaurante cualquier cosa que elijan del menú, y lo eligen ellos. -pueden comer ensalada porque estan acostumbrados de su casa y no van a tomar fruta, porque francamente quien come una pieza de fruta a tres euros, lo normal es tomar un postre dulce de pastelería que no te compras nunca a diario o no comer postre. Cada cosa tiene su edad, y los menús infantiles, están para eso, para que los niños aprendan a estar en un restaurante poco a poco y los adultos puedan ir con más tranquilidad. y sin montar un numerito.